El valor del Toro Bravo, por Don Antonio Bañuelos, presidente de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia


El presidente de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (RUCTL), Antonio Bañuelos, es uno de los protagonistas de la edición de este pasado lunes del diario ABC. Desde las páginas de la sección de opinión, la Tribuna Abierta abría con el artículo “El valor del toro bravo”





La trascendencia de este artículo en la edición de papel de un diario de tirada nacional ha dado a la institución la posibilidad de poner en valor la razón de ser de la cría del ganado bravo de lidia, la raza autóctona más importante de España y, en realidad, la gran desconocida, a la que la sociedad sólo relaciona con los quince minutos de vida pública en una plaza de toros, concepto que, además de ser injusto, es limitante.

A lo largo de la disertación, Bañuelos da a conocer un argumentario pormenorizado de lo que supone ponerse al frente de una ganadería de toros bravos, que abarca desde la riqueza genética (habla de “raza de razas”), hasta la importancia económica y medioambiental que supone para España. 
Además de afirmar que el toro bravo es nuestra seña de identidad fuera de nuestras fronteras, el presidente de la RUCTL defiende la sostenibilidad, al dejar claro, con datos numéricos, que “una vaca de bravo dispone de nada más y nada menos que de cuatro hectáreas de terreno para vivir y pastar”.

Antonio Bañuelos no ha querido pasar por alto que, en el próximo 2025, la RUCTL cumplirá su 120 aniversario, motivo de verdadera satisfacción, haciendo alarde de que la casa aglutina desde entonces y hasta nuestros días, a las ganaderías de toros de lidia más importantes del mundo. A su parecer, esto nos ha de dar idea del compromiso de la institución en la defensa y promoción de la cabaña brava, así como “de la cultura del toro y de la tauromaquia universal y milenaria”. 

No ha querido olvidar el agradecimiento de la RUCTL a los jóvenes ganaderos que, desde hace tres años, tienen su parcela propia dentro de la casa, a los que reconoce su implicación, aportando su nueva visión, recalcando, como colofón a sus palabras que, “sin toro, no hay tauromaquia”. 

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