Raimundo de Madrazo, una retrospectiva en La Fundación Mapfre, Sala Recoletos


La Fundación Mapfre. Sala Recoletos acoge del 19 de septiembre al 18 de enero de 2026 una exposición que supone la primera gran retrospectiva dedicada a Raimundo de Madrazo, sin duda uno de los pintores más cosmopolitas y de más refinada técnica de su época. Una muestra que ha sido organizada junto con el Museo Meadows de Dallas






Tercer representante (después de su abuelo José y su padre Federico) de la saga más reputada de la pintura española del siglo XIX, Raimundo de Madrazo desarrolló su carrera artística entre París, donde llegó a la edad de 20 años, y Estados Unidos, donde realizó distintas tournées de retratos a partir de 1897 mientras se apagaba su papel en la escena artística francesa.

El conjunto de la obra de Raimundo de Madrazo se mueve en torno a la pintura de género y el retrato. En la primera etapa, el artista destacó por el preciosismo de sus interiores y sus habilidades de gran colorista. En su faceta como retratista destacó como uno de los pintores preferidos de la alta sociedad parisina y norteamericana.

Al cumplir 20 años Raimundo de Madrazo y Garreta (1841-1920) viajó a París a terminar su formación artística. Seguía así la tradición familiar: su abuelo José y su padre Federico de Madrazo habían frecuentado respectivamente los ateliers parisinos de Jacques-Louis David y Jean-Auguste-Dominique Ingres. A diferencia de ellos, el tercer gran representante de la saga más reputada de la pintura española del siglo XIX no regresó a España y desarrolló toda su carrera entre París y Estados Unidos, donde realiza distintas tournées de retratos a partir de 1897 mientras se apagaba su papel en la escena artística francesa.

En París se dedicó inicialmente a la pintura de género, desarrollando una obra que alcanzó elevadas cotizaciones en un mercado artístico internacional por el preciosismo de sus brillantes interiores y sus habilidades de gran colorista. Desde mediados de la década de 1870 se introduce progresivamente en el retrato, un género en el que acabó convirtiéndose en uno de los retratistas preferidos de la alta sociedad parisina y estadounidense, que peregrinaba su elegante atelier parisino. Durante las décadas de 1870 y 1880 realizó varias obras emblemáticas de este género, ejemplos maestros de la distinción y preciosismo cosmopolitas.

Madrazo obtuvo su ansiada consagración oficial en la Exposición Universal de 1878, a la que concurrió con 14 obras, que merecieron una Primera medalla y la concesión de la Cruz de Caballero de la Legión de Honor.

Desacreditada por el canon artístico posterior, su obra ha permanecido injustamente ignorada por la crítica y la historia del arte. Organizada junto con el Meadows Museum (Dallas), esta exposición recupera, a través de un centenar de sus obras más significativas, el lenguaje artístico y la obra de quien fue uno de los pintores más cosmopolitas de su tiempo.

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