Sabor con historia


Una villa mudéjar, cuna de Reyes; Arévalo, enclave abulense donde el arte y la cultura se abrazan acompasándose en el tiempo. Isabel la Católica, Juana de Castilla, Isabel de Portugal; precursoras y creadoras de la actual ruta de los Tesoros Castellanos... Mucho es lo que gira entorno a esta población, incluso... su imperioso baluarte defensivo del siglo XV; Castillo de los Zuñiga, cuyos muros y estancias sirvieron largos años como residencia de nobles.

Pero... toda esta historia tiene un sabor, un aroma terrenal que indiscutiblemente le hace ser único y exclusivo; el famoso cochinillo, arte culinario que, desde hace décadas, es referente nacional, objeto de culto y reverencia gastronómica. «El Rey por derecho propio de la cocina local, que suple con tradición y materia prima de calidad su preparación más espartana».

"Un cochinillo muy tierno, muy crujiente, muy jugoso, muy nuestro", que... fundado en 1982, ha sido reconocido con el Plato de Oro 2004, Gran Collar Gastronómico Internacional 2005 y Premio Gredos de Hostelería y Turismo; El Figón de Oro, que domina con maestría los secretos del cerdo más exquisito, crujiente y dorado.


Familiar, auténtico... espectáculo a primera vista. Su horno de leña... ¡Sí! donde, todavía en la actualidad, se siguen dorando los cochinillos, cuya esencia y emblema marcan la historia a lo largo del tiempo. Puro, sencillo pero elegante. La amabilidad reina en el ambiente. Del cerdo... ¡Sabias lenguas dicen que del cerdo se comerían hasta los andares!

Cochinillo de la tierra, vino de la casa, ¡Todo queda en familia! explosión de sabores auténticos. Crujiente, color dorado, impresión excelente; ¡fuego lento... lechazo asado! Notas 100% cacao, aromas intensos pero gusto suave... Equilibrado, persistente, redondo, aterciopelado con un retrogusto a maderas nobles procedentes de la barrica francesa. ¡Regalo para el paladar!

Revive la esencia, envuélvete de historia...  Saborea la seña de identidad nacional cuyo nombre está considerado el olimpo del cochinillo asado; El Figón de Arévalo, donde los nobles degustaban antaño la historia más culinaria jamás contada.

Para visitar y degustar el cochinillo, entra en El Figón de Arévalo aquí

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