Cuentan sabias lenguas de la Mancha de Don Manuel Blanco, nacido en La Roda en un friolero enero de 1925. A lo largo de su carrera personal y profesional, junto a su hermano Gabriel tuvo el honor de trabajar en el antiguo Casino Avenida; posteriormente se traslada a Pamplona para perfeccionar el arte de la confitería. Después de su enlace matrimonial, en la segunda década de la segunda mitad del siglo XX decide llevar sus conocimientos a la máxima expresión, creando el famoso pastel de hojaldre y crema.
"Miguelito", un homenaje a su gran amigo Miguel Ramírez; primero en degustar tal obra de arte reconociendo la autenticidad de la repostería tradicional.
Suave, cremoso, nieve dulce... sensación de abrir el cofre y descubrir uno de los tesoros que esconde la repostería de Albacete.
Con el paso de los años, en su pastelería trabajó como oficial Juan José Fernández López, que tras su fallecimiento, este último regenta la repostería original bajo el nombre de Confitería Fernández. Un legado a sus espaldas, culto culinario que endulza los paladares más exigentes de toda la geografía.
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